La ministra española de Defensa, Margarita Robles, ordenó en la noche del lunes que la embarcación abandonara su puesto en el grupo de combate en plena crisis entre Estados Unidos e Irán.

En un principio, el acuerdo entre ambos Gobiernos suponía que el buque español acompañara al USS Abraham Lincoln en una travesía alrededor del mundo, lo que serviría para incrementar la interoperabilidad entre ambas Armadas y para celebrar el quinto centenario de la vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.
Sin embargo, Washington alteró la misión inicial y ordenó a su flotilla adelantar su llegada al Golfo Pérsico para enviar “un mensaje claro e inequívoco al régimen iraní”, según explicó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, la semana pasada.